Albert Pintó y Caye Casas presentaron su ópera prima "Matar a Dios" en un auditorio lleno en la pasada 50 Edición del Festival de Cine Fantástico de Sitges.
Arrancaron la presentación comentando en tono irónico y desenfadado que "su obra era ideal para recomendarla a los amigos si te había gustado y recomendarla a los enemigos si no". Además, después de presentar la premisa de la película, ya estábamos expectantes por saber qué nos depararía esta comedia negra tan particular.
Lo que seguro no imaginaban ellos en ese momento es que lo que le iba a deparar a su primer proyecto: nada más y nada menos que el celebrado Gran Premio del Público de la Sección Oficial. Un premio muy especial no sólo por ser concedido por los propios espectadores, sino por convertirse en el segundo Premio del Públido de Sitges otorgado a una producción española tras el que recibió hace diez años la icónica película "REC" del director Jaume Balagueró.
Por supuesto celebramos el éxito de cine español arriesgado e independiente pero en nuestra opinión, no es ni mucho menos la mejor película de la Sección Oficial para llevarse el premio del público del festival.