lunes, 18 de marzo de 2019

El cine de comedia aterriza en el Festival de Málaga con desigual resultado

Aunque nuestra estancia en Málaga sea breve, no se puede decir que no sea intensa. El Festival se caracteriza por presentar un elevado número de comedias entre sus distintas secciones, y este año no ha sido una excepción. 
Películas como "Taxi a Gibraltar", "A pesar de todo", "Antes de la quema" y "Abuelos" ya han aterrizado en la ciudad andaluza aunque obteniendo muy distintos resultados.



La película encargada de inaugurar esta 22 edición del Festival fue "Taxi a Gibraltar" de Alejo Flah. Expectación en la ciudad con este estreno por el protagonismo absoluto de Dani Rovira, actor y cómico muy querido por estas tierras. Sin embargo, ni él ni sus compañeros de reparto Joaquín Furriel e Ingrid García-Jonsson son capaces de levantar un producto que hace aguas por todos sitios.


Con la excusa de buscar un tesoro escondido en las cuevas subterráneas del peñón, el director plantea una serie de enredos y de encuentros poco naturales entre personajes muy dispares. Esta premisa que podría regalarnos momentos hilarantes, lo único que despierta en el espectador es aburrimiento y desconcierto. Un mal arranque para el certamen con una de las peores películas inaugurales de la historia del Festival.

Al día siguiente remontamos un poco. "A pesar de todo" de Gabriela Tagliavini llegó a Málaga bajo el amparo de Netflix que estrenará la película en su plataforma en los primeros días de Mayo. Interpretado por cuatro actrices de moda en el cine español como son Blanca Suárez, Macarena García, Belén Cuesta y Amaia Salamanca, esta historia de cuatro hermanas buscando a sus padres biológicos nos ha entretenido y hasta divertido en algunos momentos.


El buen trabajo de sus protagonistas y un elenco de secundarios de lujo encabezado por Juan Diego al que acompañan Carlos Bardem, Tito Valverde, Emilio Gutiérrez Caba y Rossy de Palma, consigue que la película mantenga un ritmo vivo, muy acorde al tono general del film. No se llevará ningún premio en Málaga pero triunfará en su objetivo de desconexión un domingo por la tarde desde el sofá de casa.

Sin duda, la mejor comedia presentada en el Festival ha sido "Antes de la quema" de Fernando Colomo. Clara candidata al premio del público y con un Salva Reina inmenso, por fin hemos gozado con el humor local muy gaditano al que nos transporta la película. Curiosamente, sus moldes y estructura encajan mucho más con un género como el thriller pero la localización, los personajes y el talento del director con la comedia, reconvierten un proyecto de cine negro en un auténtico caos andaluz aderezado de chirigotas que sorprende y acierta.


Maggie Civantos, Manuela Velasco, Joaquín Núñez y Manuel Manquiña acompañan al protagonista en una historia de narcotráfico que es imposible tomar en serio. Es fabuloso cómo el tono de la película es capaz de generar en el espectador una sonrisa mientras los hechos te trasladan a momentos de tensión y drama. Una muy grata sorpresa que no debería irse sin reconocimiento del Festival.

Finalmente "Abuelos" de Santiago Requejo trajo el momento nostálgico del Festival. Tres actores de oficio, que viven la profesión, como son Carlos Iglesias, Ramón Barea y Roberto Álvarez, protagonizan una película que más allá de sus desaciertos (que los tiene) reivindica la complicada situación de muchos trabajadores maduros que se quedan sin empleo con una edad que supera los 50 años.


Pese al encomiable trabajo de sus protagonistas, la película es fallida y muy monótona. El tema nos gusta pero su desarrollo no encuentra un soporte donde canalizar todas las situaciones. Falta emotividad, ternura y sonrisas porque el director confía en que la simple presencia de estos grandes intérpretes sea suficiente para su objetivo. Y gracias a ellos la película se mantiene pero lamentablemente no tendrá mayor recorrido. Y eso que la temática era realmente interesante.

Juan Manuel Martín

1 comentario:

  1. confirmo tu analisis, esta película es... Entre mala y muy mala dicho mal y pronto, una absoluta monotonía donde cada escena tiene un nivel de forzamiento preocupante.

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