sábado, 17 de diciembre de 2016

Pet. Vidas cruzadas entre jaulas

El director y guionista catalán Carles Torrens no es un novato en esto del cine de terror y, aunque su anterior largometraje dentro del género: "Emergo" (2011) pasara un poco desapercibido, su extenso trabajo como cortometrajista ha sido bien valorado en numerosos festivales. 

Debutó con el exitoso corto "Coming to town" (2006) y recientemente ha participado también en la conocida iniciativa "ABCs of death", que reúne 26 cortometrajes con historias entorno a la muerte, cuya particularidad radica en que cada uno está dirigido por un director diferente a los que se asignó una letra del alfabeto con el objetivo de que escogieran una palabra que comenzara por dicha letra y marcara también el rumbo de la trama. 

Ahora vuelve al largometraje con "Pet", un psicothriller de aspecto sencillo que, aunque no ofrece una trama muy innovadora y vemos tintes de su historia en otros títulos más antiguos como "The collector" (2009) o "El coleccionista de amantes" (1997), resulta interesante de ver y disfrutar ya que consigue crear expectación y tensión a partes iguales durante su hora y media de duración.

Seth (Dominic Monaghan), conocido sobretodo por su papel de Charlie en la aclamada y emblemática serie "Lost", y Holly (Ksenia Solo), de la serie fantástica "Lost girl", son dos ex-compañeros de instituto que hace tiempo no se ven. Un encuentro fortuito en un autobús generará en Seth un deseo inexplicable, obsesivo y melancólico por querer conquistarla. Al ser ignorado por ella, una rabia implacable se apodera de él y decide hacer propia la premisa de "si quieres algo, cógelo". 

Ella trabaja de camarera y escribe en sus horas libres. Él trabaja en una perrera cuidando animales. Ambos están completamente perdidos, sin rumbo. Tienen dificultades en las relaciones interpersonales y un vacío existencial que se ha apoderado de sus almas, les impide tener claros los límites entre el bien y el mal. Es entonces cuando Seth decide construir una jaula en un galería oculta de las instalaciones donde trabaja y secuestrar a Holly para conseguir su amor. Sin embargo, poco a poco irá descubriendo que su Dulcinea no era tan cándida como en un principio parecía. 


Con esta premisa, la historia te atrapa aunque hay que reconocer que el guión tiene en ocasiones algunas lagunas que sorprenden por no estar del todo desarrolladas. Dicho esto, resulta cuanto menos curioso que el Palmarés de Sitges de la pasada edición, le otorgara el Premio al Mejor Guión para Jeremy Slater. La identidad y la soledad son analizadas de manera que el espectador empatiza de manera positiva ahora con él, ahora con ella.

El director afirma que ve su nuevo film como “una metáfora de lo que puede ser el amor enfermizo y de cómo es actualmente la sociedad”. Y no podíamos estar más de acuerdo. La película intenta capturar la esencia de nuestra civilización y mostrar hasta qué punto somos esclavos de la redes sociales. En palabras de Torrens, "hoy entras en internet y en una hora puedes saber todo de una persona, aunque cuente una vida que en realidad no tiene”. Y es que efectivamente, a menudo ninguneamos nuestras vidas presentándonos como alguien que no somos, o como alguien que nos gustaría ser. Es triste que a menudo se centre el tiempo en saber qué están haciendo los demás en detrimento de vivir nuestras propias realidades.


Carles afirma también que "estamos muy solos y exponemos públicamente nuestras vulnerabilidades, lo que provoca que sea muy fácil que alguien vampirice nuestra existencia”. Parece un buen discurso pedagógico sobre el uso de estas redes y efecto que la tecnología tiene en la manera en que vivimos, nos comunicamos y aprendemos actualmente. En ese sentido, veremos si la película no augura una sociedad donde tengamos que vigilar qué y cómo nos presentamos al mundo para que ésto no tenga consecuencias nefastas.

Una película muy recomendable. Para los amantes del género del thirller psicológico. 

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