El hombre de acero. Exagerado espectáculo en el que no encontramos al verdadero Superman

Super boy, El último hijo de Krypton, La maravilla de Metrópolis, El hombre del mañana y ahora "El hombre de acero", son diferentes alias con los que durante sus 75 años de historia hemos conocido a Superman, padre de los super héroes y creador de un género único que marcó primero tendencia en Estados Unidos para después expandirse por el resto del mundo.
Y es que, ¿quién no conoce a Superman?, ¿quién no ha disfrutado alguna vez con ese tímido reportero que tras sus gafas de intelectual, esconde increíbles super poderes que utiliza en beneficio de la humanidad? 

Estas preguntas que pueden parecer incluso retóricas, tienen una respuesta clara y un nombre específico para nosotros: Zack Snyder, director de películas tan exitosas como "Watchmen" o "300", y el encargado de traer a nuestros cines esta nueva "adaptación" del cómic que en 1938 hizo historia. Y digo "adaptación" entre comillas porque tras ver la nueva producción del director estadounidense, me quedé con la sensación de haber visto cualquier cosa menos una película de Superman. 

Si bien es verdad que en un primer momento el trasfondo de la película comienza con la historia que todos conocemos, ésto se diluye rápidamente (demasiado rápido) y Snyder no sólo se empeña en abandonar la mítica trama original, sino que también se enfrasca en construir escenas grandilocuentes que estéticamente marean y que sobre todo carecen de alma. De hecho, la primera parte de la película, los primeros 40 minutos más o menos, nos ofrece un planteamiento interesante (estoy segura que detrás de esto está el gran Nolan) que el resto del metraje no sabe resolver (y cuando digo resto, hablo de más de hora y media de duración).

Sobran escenas de acción o por lo menos, faltan escenas originales no repetitivas. Con tanto efecto especial, lucha y demolición, lo único que consigue Snyder es crear una estética ruidosa que te aburre de puro agotamiento. Menos mal que Superman (Henry Cavill) quería salvar al mundo que sino... probablemente hubieran quedado más edificios en pie si el malvado General Zod hubiera tomado el control. Sobra también esa inquebrantable seriedad que impide que empaticemos en lo más mínimo con el personaje, y por supuesto, sobra la relación tan fría y superficial que tiene con "su amada" Lois Lane (Amy Adams), que ya puestos a inventar otra historia diferente, hubiera sido mejor su ausencia que su innecesaria presencia.

Eso sí, al César lo que es del César y entre tanto error y desatino, hay un par de aciertos que hay que destacar. Por un lado, las magnificas interpretaciones de Russell Crowe en su papel de padre biológico de Superman, de Michael Shannon como el malvado General Zod y de Kevin Costner en su interpretación de padre adoptivo de Clark Kent. He de decir que a pesar de que Michael Shannon siempre está bien, haga lo que haga, me ha gustado especialmente el papel de Costner, quizá porque son los únicos momentos en los que realmente sientes el alma de esta película. Y por otro lado, la inteligente utilización de los flashbacks, que te permiten ir descubriendo poco a poco cómo el niño que un día llego a la tierra desde un lejano planeta llamado Krypton, se ha convertido en un hombre que debe afrontar su futuro como super héroe.

Con todo esto entenderéis que aunque sea menos tecnológica, más inocente o menos extravagante, sin duda alguna en esta ocasión, me quedo con el clásico del gran Richard Donner.

Aquí os dejamos el trailer y la ficha técnica:

Dirección: Zack Snyder

Guión: David S. Goyer (Historia: David S. Goyer, Christopher Nolan)
Intérpretes: Henry Cavill, Amy Adams, Russell Crowe, Michael Shannon, Kevin Costner, Laurence Fishburne, Diane Lane
Duración: 143 min
Año: 2013
País: Estados Unidos